Las
enfermedades mitocondriales, también conocidas como encefalomiopatías
mitocondriales o afecciones de fosforilación oxidativa, son un grupo
heterogéneo de alteraciones, caracterizadas por un fenotipo complejo en el que
la mayoría de los pacientes presentan encefalopatía y lesiones musculares,
además de que pueden dañarse otros órganos como hígado, riñones, corazón,
retina, médula ósea, nervios periféricos y páncreas.
Antes de nada, empezaremos diciendo qué son las mitocondrias.
Las
mitocondrias son orgánulos citoplasmáticos encargados de producir energía en forma
de ATP, mediante un sistema denominado OXPHOS y localizado en su membrana
interna; aunque también tienen otras funciones en la fisiopatología
celular, tales como: regulación intracelular de Ca2+, termogénesis y
control de la apoptosis. Son los principales generadores de especies reactivas
del oxigeno en la célula y pueden provocar la muerte celular por necrosis en
condiciones de estrés oxidativo.
Estos
orgánulos tienen reproducción intracelular independiente y contienen su propio
genoma, lo cual coadyuva a la complejidad de sus alteraciones, causadas por
mutaciones en los genes nucleares o mitocondriales.
La genética
del ácido desoxirribonucleico mitocondrial (ADNmt) se diferencia de la del ADN
nuclear por 4 aspectos fundamentales:
1.-Herencia
materna: Las mitocondrias y, por tanto, el ADNmt , solo se transmiten a través
del óvulo, cuyo citoplasma es mucho más grande que el del espermatozoide que no
contribuye con mitocondrias en la fecundación.
2.-Poliplasmia:
En cada célula hay cientos o miles de moléculas de ADNmt.
3.-Segregación
mitótica: Durante la división celular, las mitocondrias se distribuyen al azar
entre las células hijas.
4.-Alta
velocidad de mutación: La tasa de mutación espontánea del ADNmt es 10 veces
mayor que en el ADN nuclear.
El ADN mitocondrial,
que se halla empaquetado en una molécula circular de 16 569 pares de bases, ha
sido completamente secuenciado y se conoce que contiene información para 37
genes: 2 tipos de ácido ribonucleico ribosomal (ARNr), 22 ARN de transferencia
(ARNt) y 13 polipéptidos que son subunidades de enzimas de los complejos de la
fosforilación oxidativa (7 subunidades del complejo I, 1 del complejo III, 3
del complejo IV y 2 del complejo V). El complejo II es codificado completamente
por el ADN nuclear.
La fosforilación
oxidativa: proceso mediante el cual se obtiene energía ATP en la célula a
través del sistema generador OXPHOS, que está compuesto por 5 complejos
enzimáticos proteinlipídicos:
I. NADH –
ubiquinona oxidorreductosa
II.
Succinato – ubiquinona oxirreductosa
III.
Ubiquinona – citocromo C oxirreductosa
IV.
Citocromo C oxidasa
V. ATP
sintetasa
En este vídeo puede verse con detalle el procedimiento
Estas enzimas contienen flavina, coenzima Q10 (biquinona), grupos hierro-sulfuro, heme y proteína fijadora de cobre. Los complejos I y II recogen electrones procedentes del metabolismo de carbohidratos, grasas y proteínas y los transfieren secuencialmente a la co-enzima 10, complejo III y complejo IV.
1.-La variación
de las manifestaciones de las enfermedades mitocondriales pueden ser explicadas
no solo por la heterogenicidad en las mutaciones del ADNmt , sino también por
las que se producen en el ADN nuclear -- que codifica gran parte de las
subunidades proteicas de la cadena respiratoria – y, más importante aun, por
alteraciones del funcionamiento de las numerosas etapas que requiere esta
cadena, las cuales están codificadas por el ADN nuclear e incluyen
2.-Transporte de proteínas codificadas por ADN nuclear del citoplasma a la mitocondria. Se estima que son necesarias aproximadamente 1 000 proteínas para el adecuado funcionamiento de la fosforilación oxidativa. Los defectos hereditarios de esta compleja maquinaria pueden causar enfermedades mitocondriales.
2.-Transporte de proteínas codificadas por ADN nuclear del citoplasma a la mitocondria. Se estima que son necesarias aproximadamente 1 000 proteínas para el adecuado funcionamiento de la fosforilación oxidativa. Los defectos hereditarios de esta compleja maquinaria pueden causar enfermedades mitocondriales.
3.-Factores
nucleares para el ensamblamiento correcto de los complejos de la cadena
respiratoria. Las mutaciones de estas proteínas se asocian con las afecciones
mitocondriales, como es el caso del síndrome de Leigh.
4.-La
integridad del ADNmt y la replicación demandan factores codificados en el ADN
nuclear. Se han descrito trastornos de señalización intergenómica, incluidos
síndromes asociados con deleciones en el ADNmt y reducción de este último.
5.-La cadena
respiratoria está ¨embebida¨ en la bicapa lipídica de la membrana interna de
las mitocondrias. Las modificaciones de esta bicapa pueden producir cuadros
morbosos, como ha sido descrito en el síndrome de Barth, por síntesis alterada
de cardiolipina.
6.-Las
mitocondrias se mueven en la célula, se dividen por fisión y se fusionan entre
sí. Si estas funciones varían, pueden causar enfermedad mitocondrial, como se
ha demostrado en la neuropatía óptica autosómica dominante.
A todo lo
anterior se añade que las mitocondrias pueden lesionarse por al incremento del
Ca2+ citosólico, el estrés oxidativo, la fragmentación de los
fosfolípidos a través de la fosfolipasa A2 y de la esfingomielina, y por los
productos de fragmentación lipídicos que proceden de estos mecanismos, tales
como: ácidos grasos libres y ceramidas. La lesión se manifiesta a través de la
formación de un canal de elevada conductancia, llamado transición de
permeabilidad mitocondrial, en la membrana interna de la mitocondria.
Las células
que más energía requieren en el organismo humano, son las neuronas y las
células, tanto musculares como cardíacas; por tanto, ante una disfunción
mitocondrial se verán gravemente afectadas.
Las neuronas
son particularmente sensibles a la disfunción mitocondrial porque, de hecho, la
fosforilación oxidativa las provee de ATP y la mitocondria, al participar en la
homeostasis celular del Ca2+, interviene decisivamente en la
modulación de la excitabilidad neural y la transmisión sináptica. La disfunción
de las mitocondrias por estrés oxidativo puede generar convulsiones
epilépticas. La epilepsia aparece comúnmente en las enfermedades
mitocondriales, particularmente en los síndromes MERRF (epilepsia mioclónica
con fibras rojasrasgadas) y MELAS (encefalomiopatía mitocondrial, acidosis
láctica y episodios parecidos al accidente vascular encefálico) (Servidei S,
Della Marca G. Epilepsia and obstructive sep apnoea in genetically proven
mitochondrial encephalomyopathies. Resúmenes de la 4ta Conferencia de
Neurología. Santiago de Cuba, 2004: 87-8).
Como si todo
lo anterior fuera poco, la disfunción mitocondrial ocasionada por estrés
oxidativo ha sido implicada en la patogénesis de enfermedades
neurodegenerativas como el síndrome de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer y
la ataxia de Friedreich.
Las
manifestaciones clínicas de estas afecciones son muy variadas, de modo que
pueden consistir en: deterioro de las funciones mentales, trastornos motores,
cansancio, intolerancia al ejercicio, epilepsia, accidentes vasculares
encefálicos, oftalmoplejía, ptosis palpebral, retinosis pigmentaria,
hipoacusia/sordera, ceguera, cardiopatía, insuficiencia hepática y pancreática,
anemia sideroblástica, seudoobstrucción intestinal, acidosis metabólica y
otras.
Seguidamente
se mencionan las enfermedades asociadas a los defectos nucleares.
Defectos enzimáticos
•
Deficiencia del complejo I (NADH ubiquinona oxidorreductasa)
|
Presentación
|
•
Deficiencia del complejo II (succinato-uquinona oxidorreductasa)
|
|
•
Deficiencia del complejo III (succionato-citocromo C oxidorreductasa) y del V
(ATP sintetasa)
|
|
•
Deficiencia de coenzima Q10 (en el músculo esquelético)
|
|
•
Deficiencia del complejo IV (citocromo C oxidasa)
|
|
• ADNmt
anormal por defectos de genes nucleares
|
|
Síndrome de Leigh |
De todas
ellas, la más frecuente es el síndrome de Leigh, que no se manifiesta hasta
después del primer año de vida, cuando se produce una regresión con hipotonía y
aparecen alteraciones del sistema nervioso central (síndrome piramidal, ataxia,
oftalmoplejía, ptosis, nistagmo, distonía, temblor, atrofia óptica, neuropatía
periférica y dificultad respiratoria).
Las
mitocondriopatías asociadas a defectos de genes mitocondriales muestran gran
variedad de fenotipos y se han descrito más de 70 mutaciones relacionadas con
estas afecciones. Su clasificación se basa en las características
moleculares y genéticas de las mutaciones y se dividen en 2 grupos:
•
Enfermedades asociadas con mutaciones puntuales.
•
Enfermedades atribuibles a reorganizaciones del ADNmt por inserciones o
deleciones, o ambas.
Enfermedades asociadas con mutaciones puntuales
A) Síndrome
MERRF (epilepsia mioclónica y fibras rojas rasgadas): Se caracteriza por
epilepsia mioclónica, debilidad proximal, ataxia, sordera y demencia. El inicio
puede ser a cualquier edad y hacerlo con otras manifestaciones, tales como:
neuropatía periférica, degeneración corticoespinal, atrofia óptica, disfunción
multiorgánica con miopatía, disfunción tubular renal proximal, cardiomiopatía y
aumento del ácido láctico. Se debe a una mutación en el ADNmt (entre 80-90 % de
los casos experimenta un cambio A-G en la posición 8344; y un pequeño número,
T-C, en la posición 8356).
B) Síndrome
MELAS (encefalomiopatía mitocondrial, acidosis láctica y episodios parecidos a
un accidente vascular encefálico): Además de la tríada que le da nombre, puede
haber migraña, vómitos, demencia, epilepsia, sordera, ataxia, retinosis
pigmentaria, cardiomiopatía, disfunción tubular renal proximal y miopatía. Su
inicio ocurre a cualquier edad. Se asocia con la mutación A-G en el ARNt , en
la posición 3243 en 80 % de los casos descritos, aunque se han notificado otras
mutaciones.
C) Síndrome
NARP: Se presenta con neuropatía, ataxia y retinosis pigmentaria, sin fibras
rojas rasgadas en la biopsia del músculo. Se asocia a una mutación en el ADNmt
, con transición heteroplástica T-G en la posición 8993.
D)
Neuropatía óptica hereditaria de Leber: Puede limitarse a una atrofia óptica
bilateral subaguda o estar asociada a otras manifestaciones, con distonía. Se
inicia entre los 12 y 30 años, predominantemente en varones. La mutación más
comúnmente informada es A-G en la posición 11778 en el gen ND4, seguida de G-A
en el gen ND1, posición 3460.
Enfermedades atribuibles a reorganizaciones del ADNmt
por inserciones o deleciones, o ambas
Se
caracterizan por una deleción larga o, más raramente, por una duplicación de
1,3 a 7,6 kb. Estas mutaciones, esporádicas y heteroblásticas, se asocian a
enfermedades como:
• Síndrome
de Kearns-Sayre
• Síndrome
de Pearson
•
Oftalmoplejía externa progresiva crónica esporádica
• Síndromes
leucoencefalopáticos
- Síndrome
de Kearns-Sayre y síndromes de oftalmoplejía externa progresiva crónica (CPEO):
Tienen una triada clásica, cuya presencia hace sospechar una mutación del ADNmt
: ptosis, oftalmoplejía y miopatía con fibras rojas rasgadas. Estas
manifestaciones clínicas permiten clasificar a los pacientes en 3 grupos, de
acuerdo con la edad de inicio y la gravedad del cuadro:
a) Síndrome
de Kearns-Sayre: Forma más grave, que comienza antes de los 20 años con
oftalmoplejía externa, retinosis pigmentaria, alteraciones cardíacas
(cardiomiopatías o defectos de la conducción), diabetes mellitas, sordera,
ataxia cerebelosa y proteínas en el líquido cefalorraquídeo por encima de 1 g/L.
b) Síndrome
de Pearson: Comienza más temprana y gravemente en la infancia con anemia,
leucopenia, trombocitopenia y disfunción pancreática exocrina; puede estar
asociado o no con manifestaciones multisistémicas. Los niños que sobreviven a
esta enfermedad, evolucionan hacia el síndrome de Kearns-Sayre.
c)
Oftalmoplejía crónica progresiva externa (CPEO): Se inicia en la juventud, su
gravedad es intermedia y se caracteriza por ptosis bilateral, oftalmoplejía,
debilidad e intolerancia al ejercicio. Su forma dominante está asociada con
mutaciones del ADN nuclear y múltiples deleciones del ADNmt en el músculo o con
mutaciones en el ARNt.
¿Cómo diagnosticar estas enfermedades?
A)
Primeramente debe reconocerse la presentación clínica. Al respecto se describen
3 patrones fundamentales:
-Oftalmoplejía
progresiva
-Intolerancia
al ejercicio con debilidad en reposo o sin ella
-Síntomas de
alteración del sistema nervioso central (SNC), con miopatía asociada
B) Los
estudios complementarios que pueden ayudar en el diagnóstico, son:
1. Biopsia
de músculo: La más útil, debe estar encaminada a buscar:
-fibras rojas
rasgadas (RRF)
-agregados periféricos en las fibras con la reacción SDH
-agregados periféricos en las fibras con la reacción SDH
-respuesta de
las fibras con la reacción COX
-aumento de
los lípidos dentro de las fibras musculares.
2. Niveles
de CPK: Pueden ser normales o estar ligeramente elevados.
3. Medición
de ácido láctico sérico: Puede encontrarse elevado (por encima de 2,5 mM), con
una relación lactato/piruvato mayor de 20.
4. Análisis
molecular para la búsqueda de mutaciones en el ADNmt.
Aún no se
dispone de una terapéutica que cure estas afecciones. La conducta médica debe
estar dirigida a mejorar la calidad de vida de los pacientes: mejorar su estado
nutricional, corregir quirúrgicamente la ptosis, tratar la epilepsia y si el
caso lo requiere implantar marcapaso cardíaco.
El
tratamiento metabólico a estos pacientes incluye: creatina, coenzima Q,
riboflavina, nicotinamida, tiamina, vitamina E, vitamina C y L-carnitina.
Para
concluir, cabe decir que las enfermedades mitocondriales presentan gran
heterogeneidad genética y clínica, lo cual impone conocer sus posibles
manifestaciones y las alteraciones metabólicas que se les asocian, para
poderlas diagnosticar tempranamente. Requieren, por tanto, ser tratadas por un
equipo multidisciplinario para lograr una mejor calidad de vida de los
pacientes.
Buena entrada y buen blog, ¡¡¡esta genial Fer!!!!
ResponderEliminarExcelente mil gracias
ResponderEliminar